En la fase inicial, el núcleo del tratamiento es:
En una segunda fase se debe reintroducir la alimentación por vía oral, lo más precoz posible. Mejora la integridad vellositaria, disminuye el riesgo de necrosis pancreática, las complicaciones infecciosas, la estancia hospitalaria y la morbimortalidad.
También puede utilizarse la nutrición enteral en los casos moderados o graves, mediante sonda nasoyeyunal o en nutrición enteral a débito continuo.
La nutrición parenteral puede plantearse si empeora la clínica de forma significativa o si no se prevé el inicio de la alimentación en los 4-5 primeros días.
No hay comentarios