Diagnóstico y pruebas complementarias. Orientación etiológica (2)

Exploración física

Es importante valorar en primer lugar el estado general y nutricional del paciente, así como realizar una exploración sistemática y detallada por sistemas:

• Piel: coloración y perfusión, exantemas, petequias…
• Cabeza, cuello y región orofaríngea: adenopatías, enantemas, aftas orales, datos infecciosos de foco otorrinolaringológico (ORL).
• Respiratorio: signos de dificultad respiratoria, ruidos patológicos en auscultación.
• Cardiovascular: auscultación de soplos, roces, arritmias.
• Abdomen: presencia de visceromegalias (hepatoesplenomegalia), irritación peritoneal…
• Neurológico: Glasgow, focalidad neurológica, marcha, signos meníngeos…
• Genitoanal: úlceras o fisuras perianales…
• Sistema musculoesquelético y articular: puntos dolorosos, tumefacciones u otros signos inflamatorios articulares, limitación de la movilidad, posturas antiálgicas…).
• Ocular: fondo de ojo, dolor o hiperemia conjuntival, secreción mucopurulenta…

Entre los signos que podemos observar en la exploración cabe destacar algunos que pueden orientarnos de forma rápida y sencilla hacia las distintas etiologías de síndrome febril recurrente.