Descartaremos esta causa al no presentar niveles de inmunoglobulinas disminuidos. Además, no se puede afirmar que los procesos febriles en nuestro paciente sean infecciones de repetición ni que presente estancamiento ponderoestatural, síntomas frecuentes en las inmunodeficiencias.

Descartaremos esta causa puesto que el paciente presenta analítica con hemograma y bioquímica dentro de la normalidad, así como el resto de las pruebas de primer nivel utilizadas para descartar infecciones (analítica de orina, radiografía de tórax, serologías, ecografía abdominal, hemocultivo y urocultivo…) y la gammagrafía con galio-67, donde no se evidencia foco de infección activa.

Deberíamos pensar en esta causa en primer lugar al encontrarnos ante un paciente con episodios de fiebre (como síntoma cardinal) acompañada de síntomas siempre similares y predecibles en todos los episodios, que suelen afectar principalmente a los sistemas digestivo, neurológico, cutáneo-mucoso, musculoesquelético u ocular. Además, se caracterizan por presentar analíticas con aumento de reactantes de fase aguda (PCR, VSG, glicoproteína ácida) con el resto de los parámetros analíticos y otras pruebas complementarias dentro de la normalidad.

Descartamos la causa neoplásica (linfomas principalmente) al no existir alteraciones hematológicas en la analítica, así como normalidad en el frotis sanguíneo y pruebas de imagen negativas. Además, el paciente no asocia otros síntomas constitucionales como pérdida de peso o sudoración. Descartaremos conectivopatías o enfermedades autoinmunes (lupus, artritis reumatoide...) al presentar estudio inmunológico de autoanticuerpos (ANA, anti-ADN...) negativos. Además de pruebas de imagen como endoscopia digestiva sin hallazgos patológicos (descartándose enfermedad de Crohn).