La primera respiración provoca importantes cambios pulmonares y circulatorios. Se produce inicialmente una caída brusca e intensa de las resistencias vasculares pulmonares.
Los primeros movimientos respiratorios provocan el llenado de los alveolos pulmonares con gas.
La expansión alveolar es principalmente la que pone en marcha la circulación pulmonar funcional, por el efecto mecánico de una rápida bajada de las resistencias arteriales pulmonares. Aumenta el flujo sanguíneo pulmonar.
Otro fenómeno indispensable es la evacuación del líquido pulmonar de las vías respiratorias y la interrupción de su secreción.
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