Todos los recién nacidos deben ser examinados en busca del reflejo rojo de los ojos, una coloración rojiza producto de la reflexión de la luz en la retina que permite descartar enfermedades como las cataratas congénitas y el retinoblastoma
Cabeza y cuello (2)
Se debe explorar el interior de la boca para descartar lesiones.
Deben explorarse los globos oculares y su tamaño (descartar anoftalmia, microftalmia o buftalmos), el iris (descartar anhiridia o coloboma) y la transparencia (descartar leucocoria). Las pupilas han de ser simétricas y reactivas. Las hemorragias conjuntivales pericorneales, así como las petequias, son frecuentes tras el parto y se resuelven espontáneamente.
Se puede comprobar la permeabilidad de las coanas comprimiendo por separado las narinas y escuchando el flujo de aire.
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