Quince años después de To err is human, un estudio publicado en el Journal of Patient Safety concluyó que, en EE. UU., cada año, los EA evitables causan la muerte de entre 210 000 y 400 000 pacientes que reciben asistencia hospitalaria, lo que supondría la tercera causa de muerte, por detrás de las enfermedades cardiovasculares y el cáncer7.
En 2006 se publicó el informe ENEAS 2005, que hacía referencia a EA ligados a la hospitalización dentro de los hospitales españoles. Los resultados revelaron que hasta un 10% de los pacientes ingresado sufrían un EA, el 28,7% de los cuales eran debidos a errores de medicación. Más del 40% del total de EA tenían entre una moderada y total posibilidad de prevención9.
Estos datos hicieron que las administraciones tomaran conciencia de la magnitud del problema e instaurasen programas destinados a la implantación de buenas prácticas en los centros asistenciales con el objetivo de mejorar la seguridad del paciente.
Una de las principales mejores prácticas ha sido la notificación de errores o incidentes. Este sistema es la principal fuente de información que nos debe ayudar a mejorar la seguridad del paciente con la implantación de escudos a las diferentes barreras del sistema. La comunicación voluntaria (y habitualmente anónima) de un error por parte del personal sanitario debe ser el punto de partida para buscar acciones de mejora10.
Recuerda
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