Como vemos, la paciente no era candidata a tratamiento fibrinolítico ya que no se demostró oclusión vascular. Además, también presentaba <100 000 plaquetas, que es una de las contraindicaciones.
En el caso de nuestra paciente, se planteó el tratamiento anticoagulante/antiagregante. Sin embargo, por el riesgo de sangrado que presentaba por su enfermedad (recordemos que tenía menos de 50 000 plaquetas), se valoró el riesgo/beneficio y se decidió no iniciar ninguno de estos tratamientos, así como trasfusión de plaquetas por el posible riesgo de sangrado masivo del supuesto ictus isquémico, si se convirtiera en hemorrágico.