Lunes por la tarde.
Hace 30 minutos comenzó la guardia de urgencias en su hospital.
No hay apenas espera y se dispone a entrar en uno de los boxes a explorar un paciente con aparente broncoespasmo. En ese momento, escucha usted una ambulancia que se detiene en la puerta de Urgencias. Se dirige rápidamente al box vital y allí recibe al paciente.
El médico responsable de la asistencia en el traslado le dice “es un niño de 16 meses inconsciente, hipotónico, con midriasis bilateral y desviación de la mirada hacia la derecha, está convulsionando…”.