Hay 3 pruebas para el diagnóstico microbiológico del SARS-CoV-2:
La RT-PCR es la técnica de elección para el diagnóstico en la fase aguda de la infección. Aunque puede detectar ARN viral incluso antes de la aparición de la clínica, su sensibilidad aumenta a partir de los 2 días tras el inicio de los síntomas y es máxima entre los 5-7 días (coincidiendo con el pico de excreción viral). A partir de aquí su sensibilidad va disminuyendo, aunque puede ser positiva en algunos pacientes al final de la segunda semana de enfermedad, incluso tras la desaparición de los síntomas. Esta detección tardía no es sinónimo de enfermedad, ya que la prueba puede detectar ARN viral no viable. Las muestras que ofrecen más rendimiento diagnóstico son las de vías respiratorias bajas, especialmente el lavado broncoalveolar, el aspirado bronquial y el esputo. Sin embargo, las más utilizadas son la nasofaríngea y orofaríngea, que pueden realizarse simultáneamente con la misma torunda. El procedimiento de recogida de la muestra nasofaríngea se muestra en este vídeo. Tras la recogida, los hisopos deben introducirse en un medio de transporte para virus, y procesarse con rapidez. Para las muestras externas, deben embalarse en contenedores homologados bien etiquetados y transportarse a 4 °C.