Quimioprofilaxis y atención al viajero: recomendaciones generales

En viajeros sin inmunidad previa contra la malaria, la prevención es fundamental para evitar la infección y sus consecuencias más graves. La malaria es una enfermedad desconocida en los países dónde no es endémica, y es importante que el propio viajero sea capaz de referir el antecedente de estancia en zona endémica en caso de enfermar. Debe por tanto proporcionarse información y conocimiento de la enfermedad, así como de las medidas recomendadas para su prevención, que incluyen:

• Un adecuado consejo al viajero antes del viaje.
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El consejo al viajero deberá ser realizado siempre por un especialista e incluir recomendaciones específicas sobre qué fármaco tomar, y las potenciales contraindicaciones. Cabe destacar que un grupo particularmente de riesgo son los inmigrantes que provienen de zona endémica y que ya han pasado una temporada larga en zona donde la malaria no se transmite. Estos pacientes, que debido a la exposición prolongada durante su primera infancia a las picaduras infectivas frecuentes en sus países de origen han desarrollado un cierto grado de inmunidad parcial frente a la enfermedad, pueden perderla de forma rápida al desaparecer la exposición continuada, volviéndolos de nuevo vulnerables a la enfermedad grave o incluso potencialmente mortal. Será pues obligatorio dar un buen consejo a este tipo de viajeros que incluya la recomendación del uso de profilaxis antimalárica.

• La recomendación de una adecuada quimioprofilaxis, teniendo en cuenta las características del viajero y su salud de base.
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Se recomienda que toda persona, y en especial los niños, que viajen a zonas endémicas de malaria realice quimioprofilaxis antipalúdica. Esta deberá hacerse con el fármaco o combinación de fármacos más adecuado para la zona a visitar y que mejor se adapte a la idiosincrasia del viajero, y siguiendo las recomendaciones actuales de la OMS o de los Centers for Disease Control and Prevention (CDC) americanos. El fármaco o combinación de fármacos deberá iniciarse unos días antes del viaje, con el objetivo de alcanzar buenos niveles en sangre al llegar al lugar de destino, y se prolongará en general hasta 1-4 semanas después del regreso, para cubrir el periodo de incubación de una posible picadura infectiva recibida en los últimos días del viaje.

• Explicaciones sobre métodos complementarios de protección (uso de repelentes, mosquiteras impregnadas de insecticidas, etc.).
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Se recomienda el uso de mosquiteras impregnadas de insecticida en niños viajeros a zonas endémicas, así como el uso de repelentes cutáneos. Se debe recordar que los que contienen DEET (N,N-Dietil-meta-toluamida), a una concentración del 40%, recomendados para adultos, no pueden utilizarse en niños por su potencial toxicidad, existiendo formulaciones pediátricas.

• Explicaciones detalladas sobre los riesgos de no seguir estos consejos u optar por métodos de eficacia no demostrada (homeopatía, repelentes “naturales”, pulseras, ultrasonidos, etc.).