Los tricobezoares se desarrollan en pacientes con tricotilomanía (hábito o comportamiento recurrente e irresistible dirigido a arrancarse el propio cabello o los vellos de distintas zonas del cuerpo) y tricofagia (ingesta compulsiva del mismo). Inicialmente el pelo se queda depositado entre los pliegues de la pared gástrica, entremezclándose con restos de alimento, creciendo posteriormente. Los pacientes suelen presentar halitosis secundaria a la colonización bacteriana del bezoar. En algunos casos, el tricobezoar gástrico se prolonga hasta el intestino delgado y el ciego, lo que se conoce como síndrome de Rapunzel.
El gold standard para el diagnóstico de bezoar gástrico es una gastroscopia, lo que permite además obtener muestras para determinar la composición del mismo.
Con frecuencia son diagnosticados durante una endoscopia como un hallazgo incidental en pacientes con síntomas inespecíficos. Pueden observarse también en una radiografía o ecografía de abdomen como una masa o un defecto de repleción si se administra contraste. Además, será preciso realizar una analítica de sangre con hemograma, bioquímica básica y coagulación.
No hay comentarios