Ante la sospecha de ACVA en primer lugar se estabilizará al paciente según el ABC. Se le monitorizará y se deberán adoptar las siguientes medidas iniciales:

• Decúbito supino: se elevará 30°º el cabecero solo en caso de sospecha clínica de hipertensión intracraneal (HTIC).
• Dieta: hasta confirmar la capacidad de deglución.
• Fluidoterapia intravenosa: suero salino fisiológico (SSF) para mantener normovolemia.
• Temperatura: la hipertermia podría aumentar el daño cerebral, al aumentar la demanda energética. Por este motivo, se recomienda mantener una temperatura ≤37 ° La hipotermia no ha demostrado efecto protector en los niños con lesiones isquémicas focales, por lo que no se recomienda de forma sistemática.
• Presión arterial (PA): se recomienda mantener los valores de PA por debajo del percentil 90 para su edad. Se recomienda no descender la PA de manera brusca ni importante (no bajar >15% en 24 h), ya que los descensos bruscos pueden aumentar el área de penumbra. Tratar la hipertensión arterial (HTA) si es 15% >P₉₅ para su edad durante 1 hora y siempre si es 20% >P₉₅ manteniendo la presión de perfusión cerebral (PPC) >50 mmHg.
• SatO₂: administrar oxígeno suplementario en gafas nasales si la saturación de oxígeno es <95%.
• Glucemias capilares: no se recomienda dar glucosa a menos que exista hipoglucemia en las primeras 24 horas. Si hay hiperglucemia, dependerá de cada caso. Se ha visto que tanto las hiper- como las hipoglucemias asocian peor pronóstico a largo plazo.
• Electrocardiograma (ECG): se recomienda la realización de un ECG para descartar la presencia de arritmias.
• Tratamiento vigoroso de las crisis: no administrarlos de forma profiláctica.