Prevención

La prevención de la transmisión de la infección por SARS-CoV-2 es uno de los aspectos principales en el control de la pandemia. Según el entorno en el que se efectúen estas medidas, pueden dividirse en:

Prevención de la transmisión comunitaria:

• Medidas de distanciamiento social.
• Higiene de manos.
• Uso de mascarillas. Aspecto a debate, con diferente implementación según el país.
• Limpieza del domicilio.
• Aislamiento domiciliario de los casos con infección confirmada o sospechada por SARS-CoV-2.

Prevención de la transmisión hospitalaria:

• Circuitos intrahospitalarios de pacientes “limpios” (sin síntomas compatibles con COVID-19) y “contaminados” (con síntomas compatibles con COVID-19).
• Además de las precauciones estándares habituales, uso de precauciones de contacto y gotas de los casos sospechosos o confirmados de COVID-19, que incluye:
  • Habitación individual o aislamiento de cohortes.
  • Mascarilla quirúrgica para trabajadores y visitas. En caso de procedimientos que generen aerosoles se utilizará mascarilla FFP2 o FFP3.
  • Bata desechable. En caso de exposición a fluidos biológicos la bata será impermeable o se asociará un delantal impermeable.
  • Gafas o protectores oculares.
  • Higiene de manos.
  • Guantes.

Además, el desarrollo de una vacuna tendrá previsiblemente un rol relevante en un futuro próximo.

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A 8 de abril de 2020, existen 115 vacunas candidatas⁹. De estas, 5 han entrado en fase clínica. En la mayoría de los casos la diana es la proteína S (spike) de la superficie del coronavirus. Bien mediante la inserción de genes en los vectores o por el propio ARNm, se pretende inducir la síntesis natural de un antígeno, que finalmente desencadenaría la respuesta del sistema inmune del huésped, con la producción de anticuerpos neutralizantes protectores.

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Vacunas candidatas frente a SARS-CoV-2 a 8 de abril⁹.

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