Debido a la adquisición de inmunidad parcial frente a la enfermedad, la presentación y epidemiología básica de la malaria irán forzosamente asociadas a la intensidad de transmisión en cada determinada zona4. Así, en zonas donde la malaria se transmite intensamente (por ejemplo, > 50 picaduras infectivas por año y persona, transmisión típica de la mayoría de zonas rurales del África subsahariana), los niños pequeños serán los principales afectados por la enfermedad, y al desarrollar rápidamente inmunidad, se darán pocos casos de malaria clínica en niños mayores o adultos. La distribución etaria de los casos clínicos incluirá a los adultos en zonas donde la intensidad de transmisión es menor (por ejemplo en el Sudeste Asiático, o en Centroamérica), siendo estos igual de vulnerables que los niños. Esto explica por qué en países dónde la malaria no es endémica, cualquier persona que se infecte pueda desarrollar un cuadro clínico potencialmente grave.